Río de Janeiro - 27/01/2010
El monumento, inaugurado en 1931 y situado a 710 metros de altitud, sufre un desgaste en la piedra porosa que reviste la estatua, además de grietas y manchas de humedad. En diciembre pasado, la Iglesia Católica brasileña, gestora del monumento, puso en marcha una campaña de donaciones para costear la reforma, que será financiada en parte por empresas privadas. Río de Janeiro será una de las subsedes del Mundial de Fútbol de 2014 y ciudad organizadora de los Juegos Olímpicos de 2016, razones por las cuales las autoridades de la ciudad prevén un aumento considerable del número de turistas al monumento.
La Archidiócesis de Río y el Ministerio de Turismo brasileño llevaron a cabo en 2009 algunas reformas de emergencia, como el cambio del pararrayos y del piso exterior, además de una impermeabilización interna, con un coste de 1,5 millones de reales (unos 640,000 euros). Previamente, en 2002, se instalaron tres ascensores panorámicos y escaleras mecánicas como alternativa a los 220 escalones que hay que subir para llegar hasta la estatua, que mide 30 metros y reposa sobre un pedestal de ocho metros. El Cristo Redentor, situado en el Parque Nacional de Tijuca, fue elegido en 2007 una de las nuevas siete maravillas del mundo y en diciembre pasado elevado a la categoría de patrimonio nacional de Brasil.