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10/02/2010 Els Joglars sopla 50 velas con un antihomenaje de crueldad y ternura

Margot Molina - Sevilla - 10/02/2010

"2036 Omena-G es el primer acto de nuestro 50º aniversario, que se cumple el año próximo. No hemos querido aburrir al público con una antología; así que hemos construido el antihomenaje", explicó ayer en Sevilla Albert Boadella, director y alma de Els Joglars. El grupo catalán, autoexiliado de su tierra por diferencias con la política independentista, estrena mañana en el teatro Lope de Vega de la capital andaluza 2036 Omena-G, una obra en la que ocho actores de la compañía se representan a sí mismos en un supuesto homenaje a Els Joglars dentro de otros 25 años. El montaje estará en Sevilla hasta el 21 de febrero y podrá verse en Madrid del 4 de marzo al 4 de abril.

"La obra tiene cierta crueldad porque los actores se presentan con sus propios nombres y construyen los personajes que ellos mismos podrían ser con 25 años más; pero también hay aspectos tiernos y otros transgresores. Se trata de enfrentarse a la vejez de una forma digna e inconformista. El trabajo físico para aparecer como ancianos ha sido complicado y ha requerido un gran esfuerzo. A los actores les gusta mostrarse bellos y potentes, somos exhibicionistas, hacer todo lo contrario y, además, salir con tu nombre es duro", aclaró el director, quien, por tercera vez, ha elegido el teatro Lope de Vega de Sevilla para el estreno absoluto de una de sus obras.

"Es una tragedia divertida. En la obra hay sarcasmo y sentido del humor; pero nosotros no decimos que la vida sea alegre. Hemos buscado el equilibrio entre ternura y comicidad. En esta ocasión, retenemos mucho el gag para que la ternura no pase desapercibida", aclara Boadella, el único que queda de la primera formación de Els Joglars y protagonista de una evolución política que le ha llevado desde el catalanismo de su juventud a dirigir hoy para el Gobierno de Esperanza Aguirre los Teatros del Canal de Madrid, donde podrá verse la nueva obra. El título de la pieza -"distinta a todo lo que hemos hecho hasta ahora", en palabras de su director- asoma al espectador a un futuro en el que "la lengua está invadida por los SMS" e incluso los actores piden excusas por hablar "en español antiguo".

"Las lenguas nacen, viven y se mueren. Un día nos cargamos el latín y también desaparecerán el catalán y el español porque la lengua es un vehículo funcional. Esto es algo que no han entendido mis conciudadanos a los que les gustaría conservar su lengua hasta con cañones, si es necesario. Yo soy muy poco forofo del nacionalismo lingüístico".